La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), se considera una de las terapias más representativas de las denominadas terapias de tercera generación o terapias contextuales (Hayes, 2004, para una descripción de la evolución de las terapias cognitivo-conductuales).
Sin embargo, se puede decir que la ACT es más que eso, es parte de una aproximación científica más amplia para desarrollar una psicología que responda mejor a la complejidad de la condición humana.
Los avances logrados hasta la fecha en ese ambicioso proyecto, son el resultado sinérgico de la investigación en tres vertientes: La directamente clínica con estudios de ACT, la relacionada con la teoría del marco relacional y la que concierne a la dimensión diagnóstica del trastorno de evitación experiencial.